El Tomate mete miedo


Como el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en el mismo tomate, otro intento de siesta, otro "que fuertequefuertequefuerte!!", "pero fuertefuertefuertefuerte!!". Ya, sí, seguro.
Desfile de habituales de baja estofa mezclados esta tarde con un rastrillo benéfico lleno de gallinas aristocráticas, nombre de caniche (Pitina, Pitita, Piluca, Pilila, Pipina, Pipiola, Cuqui, Cuca, Cuquina y Cucamona) y tituladas Duquesa de Montoto, Condesa de Mondariz, Marquesa de Bimbo, Señora de Nescafé, Baronesa de Albacete o Princesa de Bosnia-Herzegovina. En primera fila, haciendo que atiende un puesto de baratillo caro, la Duquesa de Alba en estado de hombre de hojalata sin aceitera, con su señora nuera Genoveva, la siesa que aguanta al estreñido ocioso que monta caballos. Estíbaliz Sanz sigue diciendo que Juanito Navarro le impuso las manos sin permiso. El señor Navarro, ya porque está sordo y no oye la pregunta, ya porque a esas edades uno empieza a ponerse en paz con el Altísimo, no sabe o no contesta. Noticias sobre artistas del tacón: Farruqito (el mismo que le pasó las cuatro ruedas por encima a un peatón tal que a conejo en carretera rural tipo Valdeperros de los Matojos), es visitado tras las rejas por familiares en número no inferior a doscientos; Rafael Amargo justifica su apellido tras ser contratado para dirigir los carnavales de Tenerife; Antonio Canales está repuesto del hondo pozo en que lo sumió la traición (se cree que amorosa) de un joven taconeador de su compañía.
Muñoz "está mu mal, pero mu mal, tie una pierna gorda con mu mala color". La Pantoja, ataviada con unas pieles que si no son de perro muerto lo parecen, arrastra la suya ante las cámaras. Lenguas venenosas de triple filo afirman que a veces corre que se las pela e incluso que se equivoca de pie lesionado y renquea del que no debe. A Paquirrín (no, no desciende de una mona babuina) lo tienen enclaustrado para que no hable (¿pero es que después de abollar a cabezazos una puerta metálica aún esta en condiciones de articular palabra?). Nuria Bermúdez, la única que por méritos propios está en condiciones de disputarle a Luis Aragonés la titularidad de la Selección Española de Fútbol, hace pis en un intermedio de programa y el resultado es... embarazo de un jugador del Getafe. Jolgorio generalizado de los contertulios que compiten por el chiste más ad hoc: "gol por toda la escuadra, ¿eh?", "buen saque de esquina, ¿no?", "penalty rotundo, ¿eh?, ¿eh?". Porque no estaban Arévalo ni Marianico el Corto o el Señor Barragán, que si no, les sale un programa que para si quisieran los Monty Python.
Por cierto, esto de orinar de cara al público en un Predictor es, tras el polígrafo, la última novedad rosa. Antes que la Bermúdez, miccionó Lucía La Piedra y el resultado fue... embarazo del ente llamado Pipi. (no confundir con las aristocráticas gallinas arriba mencionadas ni con el hobbit de La Comarca). Este es el que entretuvo a la hija predilecta de Doña Teresa, el del pelo con rabillos acaracolados al que le dolían las almorranas en donde las almorranas duelen (a saber: en La Isla de los Famosos). Con la silicona que va a mamar ese niño y el poco respeto que va a tenerle a un padre que lleva Pipi por nombre, más le valía que lo abandonaran en el torno del convento de las Reverendas Madres Agustinianas (las hermanas pasteleras que proveen a la Casa Real de torrijas, sobaos y pestiños).
Promo de programa nocturno: tras repasar vidas de tanta enjundia como la de Carmencita Franco e Isabel Preysler, toca Lolita, hija de la Señora Lola y "El Pescaílla" (probablemente uno de los hombres más vagos del planeta con la excepción del abuelo de Heidi, quien, tal y como ha demostrado Pepe Colubi en "La Tele que me Parió", se pasó toda la serie elaborando un queso). Vida y amores de la susodicha para enterarnos que estuvo de novia con Felipe Campuzano (ya son ganas), con Camilo Sesto (parece que la relación no cuajó dado que el bigote de ella raspaba la tierna piel de él), con Antonio Arribas (juerguista profesional y politoxicómano seminal), con un hombre de negocios argentino (lo que viene a ser un quiosquero de Buenos Aires) y con un modelo argentino (el umbral de belleza en Argentina parece que andaba por los suelos). El plato fuerte del programa son sus relaciones con Paquirri, de cómo la toreó (literal y metafóricamente hablando) y de cómo su señora madre, Doña Lola, dijo que a su hija no la tocaba ni dios si no era por lo legal y delante de un cura. Se entiende que hablaba de boda y no de perversión ciertamente marrana pero como la Señora Lola era así y se expresaba como le salía de la brenca, pues hay que aclararlo. Recuérdese sino cuando se quedó tan fresca tras afirmar que "quiero que me la metan en la caja". Traducción: que muerta y en el féretro, la amortajaran con traje de faralaes (bizarro, muy bizarro)
Otro promo para la tarde: Lydia Lozano reforzada por Sergio García Alix (el hombre fuente) desplazados en Nigeria para estudiar a fondo el asunto de la paternidad de Edwin Moses en la persona de Tony Apnike.
¡¡¡MECAGOENLALECHE, MECAGONMIMANTO y MECAGOENTÓ¡¡¡. No hay derecho. Otra tarde de alerta roja, café (estoy por hervir agua y rasgar una enagua para hacer vendas), llamadas descitadoras, navegación familiar silenciosa y vista al frente y a la pantalla. Pasa el tiempo. El Miguel GH por el que tiraban y aflojaban la señora Negra y la señora Sandra, se queda tan ancho tras decir en tartajoso y con las pupilas como melones de Cáceres en agosto, que no está enganchado a nada, si acaso, a la vida. El ex amenizador de despedidas de soltera y Jueves de Comadres que ha retirado la Obregón (¡¡egoista!!) parece Maciste porque se ha puesto morado de "asteroides" (esta perla se la apunta Miguel Temprano). Aida Nizar, cruzada de piernas que son jamones de Teruel, en una de sus verdulerías mayestáticas: "Aida Nizar no miente, Aida Nizar dice que las bragas sustraídas por Karmele Marchante llevaban puntillas rosas". Mal día escogió Aída para una de sus correosas impertinencias porque la presentadora con dientes como para cascar nueces, tira de autoridad y apelando al código "odontológico" (sin comentarios) la llama al orden y al corporativismo. Hombre, digo yo que si nos empeñamos en ajuntar una pantera, una hiena, un gladiador suicida censado en El Pozo del Tío Raimundo, una comadreja, un Mihura sin afeitar, varios loros de percha y una boa constrictor, no pretenderemos que la reunión sea la hora del té en Buckingham Palace. Raquel "Scarface" Bollo, toma la palabra para en castellano de Sevilla hablar del "istrunzismo" que asola a la profesión. Lo dice una señora que viste plató por calzar bofetadas (a rodabrazo) del primo de la Pantoja.
Anuncios: soja, colesterol, calorías inteligentes, mendacidades de bancos y telefonías, jarabes, remedios gripales, stop varices, stop arrugas, stop senos flácidos, paracetamoles, yogures para ir al water, cereales para ir al water, goticas para ir al water y mi favorito: anillo repujado en madreperlas, esmeraldas, zafiros, platino, oro, polonio y hasta uranio enriquecido, obra del famoso joyero Jean Claude (pues si que debe ser famoso cuando no gasta ni apellido) para adquirir por teléfono y pagadero a plazos.
Conexión con Nigeria. Lydia Lozano en un pintoresco mercado con señoras gordas vestidas como de carnaval. Sergio Garcia Alix a su vera y con la boca más apiñonada que de costumbre. La presentadora con dientes como para abrir candados sin llave, se dirige a ellos con la seriedad, rigor y sensibilidad de un Iñaki Gabilondo cubriendo la caída de las Torres Gemelas.
"¿Me confirmáis que estáis en Nigeria?". "Pues sí, estamos en Nigeria". "¿La misma Nigeria de la que partió Tony antes de llegar a España?". "Pues sí, esa Nigeria". "Compañeros, ¿hace calor en Nigeria?". "Pues sí, hace calor, mucho calor". "Mucho calor, mucho" (no es el eco, es Sergio García Alix). "¿En que hablan ahí, o sea, en que idioma?". Perplejidad en ambos corresponsales: "pues... hablan, pues... en lo que hablan en Nigeria". Un redicho Alix se cuelga medalla: "en nigeriano, hablan en nigeriano". "Ah, ¿entonces me decís que hablan en nigeriano?". "Eso, sí, en nigeriano de aquí". "Ah, nigeriano de Nigeria. Ya lo entiendo"
La conversación sigue de este tenor un rato más y gracias a ella adquirimos conocimientos geográficos y socioculturales tales como que Nigeria es muy grande, está en Africa, hay muchas moscas, hace mucho calor ("mucho calor, mucho, mucho". Alix otra vez haciendo de eco), el idioma es el nigeriano y la población es mayoritariamente negra. Presto al remate, salta Alix para aportar corrección política: "Lydia, no son negros, son de color". Corregida, herida y contrita, Lydia hace pucheros, pide perdón a la audiencia, a España, al mundo y rectifica: "la población es mayoritariamente de color negro" (que esta mujer no esté en plantilla de La Hora Chanante es incomprensible).
Tras la soberbia introducción que nos pone al tanto de las vicisitudes e idiosincrasia de la patria de Tony Apnike, se pasa al meollo de la cuestión. "En este bonito mercado que tengo a mis espaldas ("a nuestras espaldas, querida compañera. Es Alix, claro), pues en este bonito mercado que tenemos a nuestras espaldas de mi querido compañero y servidora, pues es el mercado donde la madre de Tony compra a diario. Así me han informado ("nos han informado". Saben quién es, ¿no?), así nos han informado al querido compañero y a mí unos vecinos de la madre de Tony, porque el querido compañero y yo primero estuvimos en su casa y estos vecinos nos informaron al querido compañero y a mí que la madre de Tony no estaba en casa, que había salido a unas gestiones y más tarde pasaría por este bonito mercado que está a las espaldas del querido compañero y de mí".
"¿Estáis entonces esperando que llegue la madre de Tony al mercado?"
"Pues sí, el querido compañero y yo esperamos que llegue la madre de Tony a este bonito mercado que tenemos a las espaldas el querido compañero y yo"
"Pues sí, eso mismo y me aseguran de fuentes "verdaces" que me han confirmado ("nos han confirmado". Ahora le toca a Lydiaa recordarle al querido compañero el uso del plural), que nos han confirmado a la querida compañera y a mí que la madre de Tony compra en este bonito mercado".
Los queridos compañeros siguen desgranando verdades como puños sobre el bonito mercado que está a las espaldas de los queridos compañeros. De repente, Lydia da una recia voz y Alix la secunda con una atiplada alerta al cámara: "esa, esa es; es esa; es esa señora; esa de ahí, esa, esa; es esa; no, esa no; esa". La "esa" correcta viene bamboleándose bajo el peso de un canasto artísticamente colocado en la cabeza, un cesto al brazo y una mano ocupada en arrastrar a un niño chico.
"Esa" pone cara de susto, suelta al niño, baja el canasto, posa la cesta, pone los brazos en jarras y los interpela en nigeriano. Hay desencuentro. Lydia no se rinde y en castellano-nigeriano interpela: "¿usted madre es de Tony Apnike"?. La mujer parece haber reconocido el nombre porque asiente. Alix ataca: "según mis fuentes, usted estuvo casada con el cantante y compositor americano Edwin Moses. ¿Es esto cierto, es verdad, puede ampliarme esta información?". La señora no ha entendido nada mayormente porque Alix no habla castellano-nigeriano pero de nuevo reconoce el nombre y vuelve a asentir. La presentadora con dientes como para darle bocados al hierro colado está exultante: "compañeros, que exclusiva habéis conseguido¡¡¡. Lamentablemente tenemos que dar paso a publicidad y me temo que el tiempo manda, cosas del directo pero a ver si podéis retener a la madre de Tony un rato y volvemos a conectar con vosotros a la vuelta de publicidad que serán solo unos minutos". Ni tiempo tienen de contestar los queridos compañeros. Corte a publicidad que dura lo que dura (mucho). Vuelve la presentadora con dientes como para proveer de marfil a una recua de elefantes y cuando intenta retomar la conexión con los queridos compañeros en el bonito mercado a sus espaldas, no están. Allí no hay nadie, ni los queridos compañeros, ni el bonito mercado ni la madre de Tony ni Nigeria ni nada de nada. Y como es hora de polígrafo y hay que saber si la "envenenadora de Socuéllamos" (Amparo de nombre y con más callo que Marco el Día de la Madre) le aliñaba las comidas con cianuro a su difunto marido, pues a tomar por el saco Edwin Moses. Tras mentirle Amparo al polígrafo al punto tal que el aparato gripa, la presentadora con dientes como para masticar sandwiches de cemento fraguado, despide el programa no sin antes amenazar con retomar el asunto Moses/Apnike. Dios me lo perdone pero ojalá que en Nigeria sigan practicando el canibalismo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta reiteración revela un gusto peligroso por la salsa tomatera. ¿Se estará convirtiendo en una adicción? Tranquilo, que no es la peor...

Anónimo dijo...

cuando no tengo pa porros me meto en este blog...

Anónimo dijo...

lo digo porque flipo bastante

Anónimo dijo...

no, si puestos a quejarnos ya hasta nos quejamos de flipar gratis...

Anónimo dijo...

Que este blog se esté tomatizando me parece requetebién, lo que ya no me parece tan bien es que escriban mal los nombres propios: no es Tony Apnike, es Tony Anipke. Cierto que a lo mejor, en castellano nigeriano el apellido Anipke se dice Apnike. No se, tendría que mirarlo.