Angela Davis vs. Donald DeFreeze = Edwin Moses



Para darle un giro de tuerca aún más radical a la historia de nuestro héroe negro favorito, Isabel Lueje (grande donde las haya) nos envía esta alocada y descerebrada historia (como ella bien dice) acerca de Edwin Moses y su procedencia como hijo posible de dos megestrellas de los setenta: Angela Davis y Donald DeFreeze (el perturbado que creó el Ejercito Simbiótico de Liberación y que secuestró en el 74 a Patty Hearst). Os dejo con ella, porque no tiene desperdicio...

"No podía ser de otra manera tratándose del megasoulman más enorme y maldito que ha existido y existirá nunca en la música. Llegó a lo que llegó porque era hijo de quien era y lo que lleva en los genes es mucho. Aseguro, con un 90,2% de fiabilidad, que nuestro adorado Edwin fue parido por Angela Davis y que el esperma lo puso Donald DeFreeze. Así, de sopetón, puede que estos dos genios en lo suyo no aporten memoria en estos tiempos de meneo rosa y señoritas enloquecidas por la silicona pregonando por los platós haber conocido bíblicamente a Pepe Navarro. Pero, si nos vamos a los setenta, la década resacosa, alucinógena y guerrillera por excelencia, resulta que la Davis fue la reina alternativa de la época con el honor a sus espaldas de integrar la lista USA de los diez más buscados (el mismo dudoso honor que hoy le cabe a Ben Laden) y él, pues bueno, lo de él es tragedia bufa tirando a película de John Waters en sus tiempos más bizarros. La Davis podría haber protagonizado una blaxplotation de haber querido, por guapa, por sexy y por el cardado afro a lo champiñón de bomba nuclear que llevaba; lo que quiso en cambio fue pregonar a lo verdulera que había que acabar con el sistema dinamitándolo por la base, barrer a los ricos de este mundo y redistribuir sus propiedades a los pobres por el morro. Y cómo de la prédica pasó a la acción, asustó mucho a la CIA, al FBI y a las trescientas agencias megasecretas de esas que movían los hilos lo mismo para acallar Roswell que para diezmar a los Kennedy que para adulterarle la droga a Hendrix o darle matarile a Martin Luther King. Lo de la Davis fue un sinvivir: de la clandestinidad a los mítines pasando por algún alto en la cama de un Black Panther. En algún momento de principios de los setenta, conoció a DeFreeze, un alma gemela, otro negro visionario con alguna que otra mácula en su currículum como estafador, macarra, follador impenitente y padre irresponsable de una prole que tenía abandonada, si bien por causas trascendentales: que los suyos no comieran no era tan vital como que comieran los hijos de otros. Del conocimiento tuvieron que saltar chispas políticas e intercambios de tácticas guerrilleras urbanas y del descanso, entre bomba y bomba, unos polvos libres a los que tenemos que agradecer a nuestro Edwin. Hubieran podido seguir juntos como familia disfuncional y darle hogar, inestable eso sí, pero hogar al fin y al cabo, de no haber tenido ella que vagar oculta arrastrando su cruz de ser la marginal más marginal de la tierra por mujer, negra, roja y feminista y él irse a fundar con cuatro perturbados atiborrados de lecturas maoistas y acido lisérgico, no necesariamente por ese orden, el Ejercito Simbiótico de Liberación, cuyo símbolo, como de dar miedo, era una cobra de siete cabezas (que malas lenguas afirman que robó de un comic del Capitán America) y cuya firma consistía en la siguiente frase, que por críptica infunde tanto pavor como risa floja: "Muerte al insecto fascista que predica sobre la vida del pueblo". Hubieran pasado con la misma pena y gloria que cualquiera de los cientos de grupos confesos y armados que hacían ruido en los setenta, de no haber dado el campanazo mediático con el secuestro en 1974 de la nieta del mismísimo Ciudadano Kane para escarmiento ejemplar de los privilegiados fascistas explotadores y desalmados que desangraban al pueblo. Por todo ello, el pato les tocó a los Hearts, herederos de un imperio construido sobre la prensa amarilla que se vieron conminados a repartir 70 millones de dólares en comida para los hambrientos de California, que al parecer eran muchos y todos negros. Lo que ocurrió con Patty llenó la prensa, las revistas, los telediarios y puso de moda un síndrome hasta entonces solo al alcance de especialistas del divan: síndrome de Estocolmo, o sea, confraternización con el enemigo. La chiquilla se unió al combo interracial revolucionario que la había secuestrado, yació con el propio DeFreeze y con algún que otro varón del grupo y acabó atracando un banco disfrazada de Bonnie and Clyde. Aquel capricho de niña rica desorientada acabó mal. Murieron casi todos incluído DeFreeze, ella vivió para llorar por los tribunales, casar posteriormente con su guardaespaldas y hacer algún cameo en películas independientes ya convertida en jamona rubia. Quedaron los huérfanos legítimos y el nuestro que no lo era y dos viudas, la legal y Angela, que siguió a lo suyo, aunque a medida que los setenta se volvían ochenta ella, cansada ya de correr, se volvió más doméstica y empezó a aburrir a base de contar batallitas. Consta que Edwin se crió lejos, en el Orfanato de Bozeman, aún más, consta que allí conoció a Clarice Starling, que por entonces, ya andaba preocupada contando corderos y aún más, una mañana, aparecieron de visita caritativa con presentes navideños los niños de un colegio de Portland y entre ellos, había uno llamado Stephen King."

6 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya con edwin, quién lo diría

Anónimo dijo...

¿Que hay de cierto en los rumores de que EM fue detenido tras los atentados de NY? ¿Debía haber ocupado uno de aquellos aviones Jamal Nafsoum? El enfriamiento de su fe, ¿era una cortina de humo para ocultar otras intenciones?

Anónimo dijo...

Lo siento, creo que te has equivocado de blog.

Edwin Moses

Anónimo dijo...

Según sus biógrafos, parece ser que Jamal no llegó a tener nunca ningún tipo de vinculación con las redes de Al-Qaeda, aunque su tormentoso pasado espiritual y su conexión con los panteras negras sí que le jugaron alguna mala pasada...

Anónimo dijo...

Pero nos hemos vuelto todos locos???. Hemos caído en las garras del más repugnante lozanismo o del arrabalismo rijoso???. En que cabeza cabe que nuestro Edwin, artista de cabeza a pies, puede haber tenido por padres a un facineroso metido a redentor de pacotilla y a una replicante de Pam Grier???. Estudios genéticos realizados en los laboratorios experimentales y ultrasecretos de CCC y Corporación Dermoestética, han demostrado de forma fehaciente que las peras no dan manzanas ni los melones papayas. Así que puedo asegurar con un 99,2% de fiabilidad, que Edwin, de ser hijo de alguien, que muy bien pudiera por genio y por chulo rotundo haberse parido el solo, lo sea de Marvin Gaye y de Diana Ross en sus tiempos de coincidencia en la Motown. Lo de Marvin no necesita explicación: de tal palo tal astilla; lo de Diana, al más porque lleva como dos décadas un poco descentrada con esos discos AOR no aptos para diabéticos, ese cardado que ella llama pelo y el resto de la humanidad concentración peligrosa de Schotch Brites y unos romances que son pura decadencia menopaúsica: Julio Iglesias y el último de la fila, el suegro de Bradd Pitt. Así que, por favor, más rigor y menos especulaciones gratuitas porque si no, acabaremos por afirmar, como si tal cosa, que los niños de Michael Jackson los engendró su mono Bubblee.

Anónimo dijo...

Su artículo bufo que utiliza el nombre de Angela Davis en vano va más allá de lo inadmisible y vejatorio: es despreciable. Lo afirmo desde la autoridad que me confiere estar considerada (en España, Portugal y Luxemburgo) como la mayor experta en la figura de quien fue pionera indiscutible del feminismo radical armado, la luchadora implacable que convierte en Barbies gazmoñas a Susan Sontag y Betty Friedan: las vacas sagradas del feminismo ortodoxo, culto y blanco. La única excepción que admito es Valerie Solanas, cuyo visionario y rabioso "Manifiesto para la Emasculación del Hombre", tuve el honor de traducir al castellano y que en estos momentos está en proceso de traducción al bable bajo el título provisional de "Manifiestu p´a Capar los Paisanos". Así pues, mi rotundo dominio del tema me lleva a puntualizarles lo siguiente: Angela Davis jamás perdió el tiempo en orgasmos, jamás parió y jamás se relacionó con ese falsario oportunista con ideario de bragueta que fue Donald DeFreeze. Pero dejemos que sea la propia Angela quien hable: "Nuestras hermanas son esclavizadas por sus matrices, ancladas en las cocinas, encadenadas a culos de bebés. Ellas, nacidas para engendrar la semilla de la liberación son relegadas a conejear, a servir a criptomarxistas de salón y machistas grasientos con tripa de cerveza"; "El hombre es la garrapata que liba la energía femenina con cantos de pene. Admitirlos en nuestros coños es rendirles el centro de poder donde radica el mundo del futuro, el mundo que una vez arrasado, limpio y libre de taras masculinas heredarán las mujeres".
A ustedes les exigo una inmediata rectificación y a las interesadas en conocer más profundamente a esta mujer irrepetible, las remito a las siguientes publicaciones de la Editorial Saforiando: "Pura Heroína Negra: Angela Davis y el Contexto Sociohermotofeminista de los Setenta y Posterior Repercusión Protogeneracional", "Mujer contra Patriarcado: Vida y Tiempo de Angela Davis" y "Angela Davis: Revolución y Útero"